Tras el revés sufrido en el tratamiento de la ley Bases, el presidente Javier Milei no descarta la opción de convocar a una consulta popular, buscando hacer responsables a los gobernadores que no respaldaron el proyecto, a los que acusa de “traidores”. En su visión ideal, contempla la posibilidad de un nuevo Congreso en 2025.
Aunque la discusión sobre la ley parece relegada, las conversaciones en los pasillos de Casa Rosada sugieren que la idea de un plebiscito está en consideración, con “grandes posibilidades” de realizarse, a pesar de las dudas expresadas por el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Algunos consideran que la megaley está “muerta” y ven con buenos ojos la opción de un referéndum no vinculante para exponer a los opositores, pero reconocen que esto requeriría el paso por un Congreso que perciben como obstaculizador.
Se están estudiando casos similares en América Latina, como las reformas impulsadas por Luis Lacalle Pou en Uruguay vía consulta popular en 2022, y la situación en Chile después del rechazo popular a una nueva Constitución Nacional.
La relación con los gobernadores provinciales se encuentra tensa, con acusaciones de traición hacia aquellos que prometieron respaldo y luego votaron en contra. La administración responsabiliza a figuras como Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Sáenz (Salta), Martin Llaryora (Córdoba), Carlos Sadir (Jujuy), y Rolando Figueroa (Neuquén).
El enojo es palpable, llegando al punto de cuestionar a Osvaldo Giordano, titular de ANSES, debido al voto en contra de su esposa, la diputada Alejandra Torres.
En cuanto al futuro legislativo, el presidente reconoce la minoría en el Congreso y planea afinar estrategias para aprobar proyectos hasta 2025. La administración libertaria se ilusiona con una nueva composición del Congreso en las próximas elecciones legislativas.
Milei, quien se intentó mostrar optimista tras la jornada legislativa, confía en despertar una nueva consciencia política en 2025 y lograr un Congreso “más limpio y honrado” para impulsar reformas.