Según un reciente informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la situación de pobreza en Argentina ha alcanzado niveles críticos, con cuatro de cada diez argentinos viviendo en condiciones de pobreza, marcando la tasa más alta desde 2006.
Las estimaciones del informe sugieren que sin la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros programas sociales, la tasa de pobreza podría ascender al alarmante 50%.
La tasa de indigencia, que refleja ingresos insuficientes para cubrir una canasta básica de alimentos, aumentaría significativamente del 8,1% registrado a fines de 2022 a un preocupante 19,6% si no se tuviera en cuenta la AUH, otros programas sociales y pensiones no contributivas.
El índice de pobreza en Argentina se encuentra actualmente en un 38,9%, una cifra similar a la registrada en 2006, hace 17 años.
Es especialmente inquietante el hecho de que la tasa de pobreza sea más alta en el grupo de edad hasta 17 años, alcanzando un alarmante 61,6%. Esta tendencia plantea un sombrío panorama para los años venideros en términos de pobreza infantil.
El estudio también revela que a partir de 2013, la tasa de pobreza ha aumentado en paralelo al incremento del gasto social del Gobierno en relación al Producto Bruto Interno (PBI). Esto significa que, a pesar de un mayor gasto público destinado a satisfacer las necesidades de la población, más personas han quedado excluidas del acceso a bienes y servicios básicos en la última década.
En 2013, el 25,3% de la población estaba por debajo del umbral de pobreza en Argentina, mientras que el gasto social representaba el 12,5% del PBI. Una década después, con un gasto social que ha aumentado al 17% del PBI, la pobreza afecta a casi el 40% de la población.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina define la pobreza como “privaciones económicas injustas que afectan el desarrollo de las capacidades humanas en diferentes aspectos de la vida social”. El informe subraya la importancia de comprender las múltiples causas detrás de estas privaciones y busca superar las barreras estructurales que limitan el desarrollo humano integral en la sociedad.
Con una creciente inflación y una devaluación del 22% activada por el Gobierno, se anticipa que las cifras de pobreza, que el INDEC dará a conocer el 27 de septiembre con datos del primer semestre de 2023, mostrarán un aumento significativo. Los datos más recientes del INDEC indican que la pobreza fue del 39,2% y la indigencia del 8,1% en la segunda mitad del año pasado.
De los 9.908.229 hogares en 31 aglomerados urbanos, 2.928.152 hogares se encuentran por debajo de la línea de la pobreza, lo que representa a 11.465.599 personas. De este total, 614.043 hogares están en la línea de la indigencia, incluyendo a 2.356.435 personas en condiciones de extrema necesidad.