En un esfuerzo proactivo para reducir el consumo de alcohol entre los conductores durante la Nochebuena, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha duplicado los controles de alcoholemia. En 20 puntos estratégicos de la capital, más de tres mil controles se llevaron a cabo desde el domingo por la mañana hasta el lunes, abarcando la festividad de Nochebuena y Navidad.
Hasta el momento, según fuentes gubernamentales, se han realizado 3.134 controles, resultando en la detección de 27 conductores que superaron el límite permitido de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. Estos conductores enfrentan la confiscación de sus vehículos, la inhabilitación del carnet de conducir y multas significativas. Del total, 12 conductores registraron un dosaje superior a 1 gramo por litro, mientras que 15 oscilaron entre 0,5 y 0,99 gramos por litro.
El informe destaca el dosaje más elevado alcanzando 1,93 gramos por litro de alcohol en sangre, y además, se retuvieron 14 vehículos por falta de documentación. A pesar de las interrupciones debido a las tormentas, en Nochebuena se llevaron a cabo 4.204 operativos de alcoholemia, resultando en 38 casos positivos.
Los controles, ejecutados por el Cuerpo de Agentes de Tránsito de la Ciudad, se llevaron a cabo de manera eficiente, y los funcionarios destacaron la tranquilidad de la noche, aunque expresaron la posibilidad de un aumento en los controles en el futuro.
En relación con la realización de los tests de alcoholemia, se informó que no hubo inconvenientes con los conductores, quienes accedieron de manera colaborativa.
En cuanto a la documentación requerida durante los controles, se solicita a los conductores la licencia de conducir, la cédula verde y el seguro del vehículo. Posteriormente, los conductores son sometidos a un examen para detectar la presencia de alcohol en su aliento, y si el resultado es positivo, se realiza un segundo control que determinará los gramos de alcohol en sangre, aplicando sanciones correspondientes si superan el límite de 0,5 gramos por litro.