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Especialistas advierten sobre la criticidad del Paraná

El nivel del río, con mediciones hidrométricas que no se registraban hace más de 50 años, genera complicaciones en el ecosistema de las provincias del Litoral.

El nivel del río, con mediciones hidrométricas que no se registraban hace más de 50 años, genera complicaciones en el ecosistema de las provincias del Litoral.

Especialistas advirtieron que sin lluvias la situación podría extenderse hasta marzo y los perjuicios, en especial en torno a los peces, continuarán en los próximos años.

El ingeniero en Recursos Hídricos, Hugo Rohrmann, en declaraciones radiales, indicó que las perspectivas a futuro, en el marco de una bajante histórica, el Paraná continúa con bajo caudal.

Es la primera vez desde 1905 que ya lleva un año y medio en aguas bajas“, indicó Rohrmann y aseguró que “hasta dentro de seis meses podrían continuar estos valores lo que pondría en una situación crítica a toda la región con varios inconvenientes para la toma de agua, navegación e impacto ambiental”.

En la misma línea, la investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) y directora del Instituto de Limnología Raúl A. Ringuelet, Nora Gómez, señaló que en medio de la bajante histórica del río Paraná hubo “modificaciones en la calidad del agua” como “el desarrollo de floraciones de cianobacterias”, unas microalgas que tiñeron de verde gran parte de la cuenca de ese curso de agua.

“En los últimos meses se han advertido en diferentes partes de las cuencas, desarrollos masivos de estas microalgas, algunas de cuyas especies son capaces de desarrollar toxinas denominadas cianotoxinas”, precisó.

Agregó además que “los cambios ambientales generados por la bajante de sus principales tributarios modificaron el caudal que recibe el estuario, que sumado al fenómeno hidroclimático de La Niña y la contaminación favorecieron en las últimas semanas la aparición de floraciones que tiñeron de un color verde intenso el agua”.

“Este fenómeno afectó la calidad del agua y los sedimentos de la costa convirtiéndose en una gran preocupación al comprometer el funcionamiento de las plantas potabilizadoras y la salud de la población, entre otras consecuencias”, añadió.

La bajante y el daño a los ecosistemas

En Corrientes, el investigador del Conicet y magister en Ecología Acuática Continental, Juan José Neiff, explicó a que la bajante extraordinaria del Paraná perjudica “el reclutamiento de peces” y que “no hay stock de peces”.

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“Hemos perdido con la bajante dos períodos de reclutamiento, se pierden los peces pequeños y van quedando los más viejos”, explicó el investigador.

Además, señaló que por el fenómeno de La Niña, las aguas del Paraná están muy por debajo del nivel habitual y mencionó que en el puerto de Corrientes, la altura rondaba 1,30 metros cuando lo usual sería de 1,50 y 2 metros.

“Esta época del año, noviembre y diciembre, son meses de creciente y ahora el río está en bajante en toda la cuenca”, explicó Neiff y dijo que la situación ya lleva un año y medio “y eso es muchísimo tiempo”.

Por su parte, Nora Gómez, directora del Instituto de Limnología Raúl A., explicó que “la escasez de lluvias en la Cuenca del Plata en los últimos años ha ido afectando caudales del río Paraná como así también el de los ríos Iguazú, Uruguay y Paraguay”.

La bajante registrada durante este año ha significado un factor de estrés ambiental muy importante que influyó en distintos aspectos socioeconómicos, como así también en la ecología de esta cuenca”, advirtió la especialista.

Así, explicó que “se observan las alteraciones de la ribera ya sea por desmoronamientos de las márgenes o bien por dejar extensas áreas sin agua, lo cual favorece el avance de especies terrestres (algunas invasoras) y la retracción de las higrófilas que son las que sufren particularmente el estrés hídrico que genera la bajante del río”.

La especialista señaló a la falta de lluvias como uno de los motivos del bajo caudal de las aguas.

Esto transforma el paisaje, alterando la biodiversidad cuando la capacidad de adaptación de las especias a estas condiciones es superada”, añadió y advirtió que “este nuevo escenario suele ser una tentación para el avance de algunas actividades humanas en áreas que le ‘pertenecen’ al río”.

Así es el Paraná en la zona del Jaaukanigás tiempos normales

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