Una beba wichi de tan solo un año y un mes de vida fallecio, el martes pasado, producto de los consabidos problemas que acarrea la ya injustificable falta de agua en el norte de la provincia de Salta. Problema que además se incrementa en el periódo estival.
La indiferencia del Estado con la realidad de los Pueblos Originarios se ve así magnificada, ya que la niña moría en el mismo día que el gobernador Gustavo Sáenz daba el discurso de apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura salteña. En dicho mensaje se hablaba de una realidad provincial que no pareciera estar muy a tono con lo que verdaderamente viven los pueblos originarios del norte de Salta.
El dolor de la familia Pérez, los padres de la criatura, no es noticia para el gobernador Sáenz ni para el vicepresidente del Senado provincial, Mashur Lapad, quien posee la banca como senador por el departamento Rivadavia.
Sobre Lapad, además, pesa la grave acusación de que obliga a los agentes sanitarios a no cumplir tareas en la zona, según expresaron los habitantes de la zona al medio local Salta Noticias Info.
Según sostienen dicho medio, la familia Pérez, pertenecientes a la etnia originaria wichí, es de muy escasos recursos, gente muy austera y humilde que vive, justamente, detrás de la vivienda de un puntero político del senador Lapad, publica Salta Noticias Info.
Según las primeras informaciones, la criatura había sido derivada desde Rivadavia Banda Norte, hacia el hospital Juan Domingo Perón, de la ciudad norteña de Tartagal, capital del departamento San Martín.
Allí se atendió desesperadamente a la pequeña, pero lamentablemente la gravedad del cuadro fue tal que no pudo revertirse, provocando el deceso de la niña, de un año y un mes. La muerte se produjo el martes pasado.