Nora Cortiñas, una de las figuras más emblemáticas y queridas de la lucha por los derechos humanos en Argentina, falleció hoy a la edad de 94 años. Cofundadora de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Cortiñas dedicó su vida a la búsqueda de justicia para las víctimas de la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983.
Nacida el 22 de marzo de 1930 en Buenos Aires, Nora Cortiñas se convirtió en una activista incansable tras la desaparición de su hijo Carlos Gustavo Cortiñas en abril de 1977. Carlos, estudiante de economía y militante social, fue secuestrado por el régimen militar, y desde entonces, Nora se unió a otras madres y familiares de desaparecidos para exigir la aparición con vida de sus seres queridos.
A lo largo de los años, Cortiñas se convirtió en un símbolo de resistencia y perseverancia. Su compromiso con la causa de los derechos humanos no se limitó a la lucha por los desaparecidos, sino que también abarcó la defensa de los derechos de los pueblos originarios, la igualdad de género y la justicia social. Su voz resonó en innumerables marchas, conferencias y foros internacionales, donde siempre llevó el mensaje de memoria, verdad y justicia.
La noticia de su fallecimiento ha conmovido a la sociedad argentina y a la comunidad internacional. Diversas personalidades del ámbito político, cultural y social han expresado su pesar y admiración por la vida y el legado de Cortiñas.