Tras la movilización de la CGT frente al Palacio de Tribunales, la Policía de la Ciudad se enfrentó a manifestantes que interrumpían la circulación en la avenida Corrientes, generando un nuevo foco de tensión en el centro porteño.
El conflicto se desencadenó en Corrientes y Uruguay después de que un colectivo atropellara a un agente de tránsito del gobierno porteño que participaba en un operativo para evitar cortes de calle. El incidente provocó la intervención policial y un enfrentamiento confuso con presuntos manifestantes presentes en la zona, resultando en la detención de dos personas.
A las 14:35 horas, se registró el momento de mayor tensión cuando la Policía decidió avanzar para despejar la Avenida Corrientes. En un lapso de cinco minutos, los efectivos lograron desplazar a los manifestantes hacia la Avenida 9 de Julio, en dirección al Obelisco.
Desde el Ministerio de Seguridad porteño afirman que los manifestantes en Avenida Corrientes pertenecen a partidos de izquierda. Algunos de ellos dirigieron insultos a la Policía y entonaron consignas políticas. Sin embargo, una persona detenida, vestida con una remera roja, afirmó ante los medios: “Estaba caminando y me detuvieron, no hice absolutamente nada”.
En medio de los incidentes, algunos manifestantes también insultaron a periodistas que cubrían los hechos y arrojaron botellas contra agentes de la Ciudad, denunciando represión.