Barracas Central logró como local un triunfo importante, pero también polémico sobre Patronato de Paraná, un rival directo por la permanencia, al imponerse agónicamente por 2 a 1, en un encuentro por la décima fecha de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).
Al cabo de los 90 minutos, hubo un enfrentamiento a golpes de puño entre los jugadores visitantes y agentes de la Policía.
Barracas, que hizo de local en la cancha de All Boys, se puso en ventaja con un gol de Cristian Colman, a los 21 minutos del segundo tiempo, mientras que Patronato alcanzó el empate con un tanto de Jonás Acevedo a los 30.
El equipo entrerriano llegó al segundo gol, que anotó Ramiro Lozano, pero el árbitro Jorge Baliño lo invalidó a instancias del VAR, porque cobró un discutido penal sobre Bandiera en la jugada previa.
Por lo tanto, Barracas tenía la chance de pasar a ganar, pero Altamirano contuvo el remate de Pablo Mouche, sobre los 40 del complemento.
Y en la última jugada, el colombiano Sebastián Rincón aprovechó un centro desde la derecha y venció la resistencia del arquero para darle al elenco porteño un triunfo vital ante Patronato, que sigue en zona de descenso directo.
El conjunto entrerriano se quedó con diez hombres desde los 37 minutos de la parte inicial, cuando se fue expulsado Nicolás Castro, también por la intervención del VAR.
Pese a haber quedado con un jugador menos, Patronato no se refugió atrás, por el contrario buscó el área rival y puso en aprietos a Barracas.
Los errores arbitrales y sus propias fallas en la definición terminaron perjudicando al conjunto entrerriano, que no merecía irse con las manos vacías.
De hecho, cuando logró el segundo gol (luego anulado) ya estaba en inferioridad numérica.
Barracas, por su parte, tuvo un alto porcentaje de efectividad porque llegó muy poco y se llevó un premio impensado, pero se alejó de la zona del descenso y ahora respira un poco más aliviado.