Ante el miedo de atentados terroristas en Europa, Italia se blindó y cerró hoy sus fronteras con Eslovenia suspendiendo el tratado de libre circulación de personas con fuertes controles en sus fronteras.
Advierten riesgo de ataques yihadistas inspirados en ISIS ya que en Italia hay 28 mil objetivos sensibles y el 1% son de máxima sensibilidad.
“La amenaza terrorista sigue siendo alta en la Unión Europea y podría aumentar, por eso estamos alertas y vigilantes”, afirmó la comisaria europea de Asuntos Interiores, Ylva Johansson, añadiendo que “también vemos cambios en los patrones de conducta, con más ataques de lobos solitarios”. Con una advertencia también generalizada sobre el riesgo de un aumento de la “radicalización” en territorio italiano vinculada al conflicto palestino-israelí.
Los riesgos de la ruta de los Balcanes
“La ruta de los Balcanes es diferente a las otras fronteras, porque -según informó el ministro del Interior, Matteo Piantedosi- es una llegada por tierra que implica un tránsito de personas procedentes de países como Bosnia, que todos los analistas nos dicen que es un país que de alguna manera también actúa como un semillero de grupos que tienen que ver con la radicalización islámica”.
“En la frontera con Eslovenia las cifras del fenómeno migratorio son menores pero nos preocupan las alertas que recibimos de los análisis realizados que indican que ese era el tramo más vulnerable: de ahí la decisión que tomamos”, explicó Piantedosi refiriéndose a la interrupción del Tratado de Schengen en ese paso fronterizo.
Suspensión del Tratado de Schengen
La suspensión temporal del Tratado de Schengen, que permite la libre circulación de personas entre los países de la Unión Europea -UE-, quedó parcialmente en stand-by debido al aumento del nivel de alerta.
Los nueve países europeos que han notificado a la Comisión de la UE la suspensión temporal de la libre circulación son Italia, Austria, Alemania, Noruega, República Checa, Polonia, Eslovaquia, Suecia y Francia. Cada uno de ellos ha reactivado los controles en sus fronteras, adaptándolos a las circunstancias para minimizar el impacto en la circulación de personas y mercancías por temor de infiltraciones de células terroristas.
En este contexto, la alarma vinculada al terrorismo internacional dentro del seno europeo llega en un momento de un panorama internacional complicado, que se volvió incandescente y delicado no sólo por la guerra en Ucrania, sino también ahora por el conflicto entre Israel y Hamás que podría ampliarse fuera de Medio Oriente con atentados como el de Bruselas o las alarmas constantes de episodios de terrorismo en Francia.
Suspensión de visas
En una política de lucha contra el terrorismo, Italia suspendió la exención de visados y los acuerdos con terceros países.De hecho, esta es una de las principales medidas contenidas en la reforma del mecanismo de suspensión de visados presentada por la Comisión Europea.
La evolución del contexto geopolítico ha causado el cierre de fronteras y el fuerte rechazo a las solicitudes de ingresos al territorio italiano y la concesión de visas, ya que se teme “el aumento de las llegadas irregulares” de migrantes “debido a la falta de alineación con la política de visados de la UE” y “la explotación de los inmigrantes por parte de organizaciones terroristas”, aclaran desde la sede europea.
Esta mayor atención fue solicitada después de que se supo que el atacante de Bruselas, el tunecino Lassoued Abdeslam, era un solicitante de asilo que desembarcó en la isla siciliana de Lampedusa en 2011.
La psicosis en la población también fue generada por varios llamados dentro de la organización terrorista de Hamas a estar listos para actuar a las células dormidas, cuyo escenario del horror podría ser Europa, reflejan varios medios en estos días, en referencia a los actos de inmolación terrorista radicalizadas.