El propio conductor del Audi A4, que en la madrugada de este domingo protagonizó un impactante choque en Tigre que le costó la vida a dos amigos que lo acompañaban, confesó este lunes que hace tan solo unos meses le habían retenido la licencia de conducir.
Joaquín Duhalde Bisi, de 19 años, está imputado por “doble homicidio simple con dolo eventual”. La carátula propuesta por el fiscal Sebastían Fitipaldi se basa en tres pericias: el conductor circulaba alcoholizado -el test alcoholemia determinó que poseía casi cuatro veces del máximo permitido de alcohol en sangre-, a una velocidad muy superior del límite y agravado por la pluralidad de las víctimas. Además, se encontraba violando las restricciones horarias de circulación.
Como resultado del brutal impacto contra un protector metálico en el Camino de Los Remeros, en zona del acceso a Nordelta, Joaquín Alimonda (18) y Franco Rossi (18) fallecieron. En tanto, un cuarto joven que iba en el asiento trasero sobrevivió, junto con quien manejaba.
El imputado Joaquín Duhalde, quien sería hijo del Director del Hospital de San Isidro y Vicedirector de la clínica San Lucas, está detenido en el Destacamento de Rincón de Milberg y esta tarde se negó a declarar.
Si bien no respondió preguntas en la indagatoria prevista para este lunes, en la previa reveló que no fue la primera vez en sus 19 años que fue descubierto manejando de forma temeraria: el imputado contó que hace algunos meses le habían retenido la licencia de conducir por estar manejando otro vehículo sin la Verificación Técnica Vehicular (VTV), según informaron fuentes de la causa.
Impacto a toda velocidad: arrancó un guardarrail
Un grupo de amigos circulaba a bordo de un Audi A4 por el Camino de Los Remeros, en sentido a Santa María, en Tigre. En un momento por circunstancias que están en investigación, el auto perdió el control y colisionó contra un protector metálico.
En las imágenes se puede apreciar el temerario conducir de Duhalde Bisi, que fue registrado por las cámaras del municipio circulando a toda velocidad. Es más, por la potencia del impacto, arrancó totalmente un guardarrail.
Franco Rossi (18) y Joaquín Alimonda (18) murieron en el lugar. El último resultó decapitado por la violencia del impacto y su cabeza fue hallada a 200 metros del lugar.
Por el horario y teniendo en cuenta las restricciones de circulación por la pandemia de coronavirus, investigadores creen que podrían haber estado volviendo de una fiesta clandestina.