En las últimas horas trascendió una grave denuncia de mala praxis realizada por los familiares de Camila Cabral, una joven de 19 años que tras una triste circunstancia perdió a su beba a semanas de nacer, tuvo que adelantar su parto y murió tras una cesárea de urgencia. Su padre afirmó que le dieron un “trato inhumano” y denunció mala praxis. Su familia la recuerda como una persona “con todas las ganas de vivir” que siempre sobresalía con su carisma.
“Camila era una chica con todas la ganas de vivir que amaba a su familia y a su hija que la esperaba con ansias llena de amor”, comenzó relatando su prima Sol haciendo referencia también a Franchesca, quien tristemente murió en el vientre materno tras 33 semanas de gestación. Trágica situación que dio inicio a la pesadilla, que culminó con la joven de tan solo 19 años fallecida tras ser intervenida en el Hospital Materno de Tigre.
Sol es hija de su tía materna. En diálogo con Opinión Frontal, contó cómo era ella mientras compartía fotos y videos de “Cami” divirtiéndose, cantando, bailando y jugando, siempre con una gran sonrisa en su rostro, mientras participaba de reuniones familiares.
“Le gustaba cantar cuando se juntaban con sus primas mientras tomaban algo en la juntadas familiares, ella siempre sobresalía de todas las primas con sus labios pintados de rojos y sus escotes, porque era súper ‘pechocha'”, relató la joven.
Además, según relató, la joven ayudaba a su madre cuidando a sus hermanos menores mientras ella trabajaba: “Camila cuidaba a sus hermanitos porque su mamá trabaja y ella se encargaba de cuidarlos, con todo su amor porque eso era ella: una persona llena de amor, divertida, extrovertida y jodona”.
Un día, la joven iba a recibir una noticia que le cambiaría la vida, pues esperaba con ansias ser mamá: “Desde el día que se enteró que estaba embarazada empezó sus controles como debía de ser, no faltó a ningún control, amaba con su vida y alma a su hija que se llama Franchesca“.
Sobre la desgarradora situación que hoy les toca vivir, tras la muerte de su prima y su futura sobrina, Sol expresó: “Nuestra ‘Franchu’ tan chiquita y frágil se nos fue primero. Solo se le adelantó un poco a su mamá, ya no tenemos más fuerzas para seguir”.
Y cerró: “Es algo horrible que no se lo deseo a nadie. En la marcha de ayer (sábado) hubo muchas familias pidiendo por lo mismo porque lamentablemente Camila y Franchesca no fueron las únicas. Agradecemos de todo corazón la difusión para que no haya más Camilas ni Franchescas”.
¿Mala praxis?
Camila Cabral comenzó con vómitos en la mañana del día sábado 29 de mayo. Sus padres la llevaron de urgencia a una salita de Benavídez, donde aseguran “no quisieron atenderla”, por lo que la trasladaron al Hospital Materno de Tigre, ubicado en avenida Alvear al 1600. Allí ingreso en horas del mediodía.
Tras un primer control, se encuentran con la triste noticia de que la bebé había fallecido. Esa situación obligaba además a adelantar el parto que, según cuenta la familia, los médicos decidieron sea de “forma normal” mediante la administración de un fármaco cada 6 horas para inducirlo.
Finalmente y continuando con el relato de la familia, ya en horas de la noche deciden administrarle anestesia peridural y realizarle una cesárea de urgencia “sin realizarle una ecografía para ver en que posición se encontraba la bebé”.
Durante la práctica, los propios médicos le informaron a la familia que se había “complicado” porque la bebé fallecida se encontraba “pegada” al cuello del útero.
Tras una hemorragia, los médicos “la vaciaron” y le informaron a la propia paciente, aun consciente, que “no iba a poder concebir de ahora en adelante” producto del retiro del útero y los ovarios.
Luego del paso por el quirófano, Camila fue llevada a terapia intensiva, donde pudo ver por última vez a su papá y su mamá, quienes afirmaron que “la vieron bien, con sed y hambre” y que compartieron “unos 15 o 20 minutos”.
Por protocolo, los familiares no podían permanecer en el lugar, y debieron retirarse a sus domicilios donde esperaban que su hija continúe evolucionando de forma favorable.
Situación que lamentablemente no iba a ocurrir, tal y como relató su papá: “A las 3 o 4 de la mañana se comunican (desde el hospital) conmigo y con la madre y nos dicen que Camila presentaba dificultades para respirar y que debió ser reanimada. Veinte minutos después, nos informan que había fallecido”.