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Hace un año, iniciaba el juicio contra los rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa

En medio de la conmoción que azota nuevamente a La Costa por el crimen de Tomás Tello, se cumple un año del juicio que condenó a los 8 asesinos que participaron del homicidio en patota del estudiante de derecho en Villa Gesell

Hace exactamente un año, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores iniciaba el juicio contra ocho rugbiers acusados del brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. En una serie de audiencias cargadas de emoción y testimonios impactantes, se revelaron detalles escalofriantes sobre el ataque.

En la primera audiencia, tras dos pedidos de nulidad de la defensa, los padres de la víctima, Graciela y Silvio, declararon con profundo dolor. Graciela expresó su incredulidad y dolor al ver el estado destrozado del cuerpo de su hijo en la morgue. Silvio, por su parte, describió la pérdida del abrazo de su hijo como lo mejor de su vida.

Durante las 13 audiencias que siguieron, más de 130 testigos desfilaron por el tribunal, incluyendo amigos, testigos presenciales, médicos y peritos. La imputación sostuvo que los acusados atacaron a Fernando por la espalda, propinándole golpes mortales que resultaron en un paro cardíaco.

A pesar de un inicial “pacto de silencio”, algunos rugbiers comenzaron a romperlo durante el juicio. La fiscalía y la querella pidieron prisión perpetua para los acusados por homicidio doblemente agravado, mientras que la defensa solicitó la absolución o penas mínimas por “homicidio en riña”.

El 6 de febrero, el Tribunal emitió su veredicto. Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Ciro y Luciano Pertossi fueron condenados a prisión perpetua como coautores del homicidio. Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron 15 años por ser partícipes secundarios. Thomsen se descompensó al escuchar la sentencia, suspendiendo brevemente la lectura.

A un año del juicio, los familiares y amigos de Fernando esperan que la causa llegue a su fin con una sentencia ejemplar, mientras la Cámara de Casación aún no se pronuncia sobre las apelaciones. El caso sigue siendo un recordatorio doloroso de la violencia injustificada que conmocionó al país.

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