Un aberrante hecho ocurrido en abril en el barrio porteño de Recoleta salió a la luz en las últimas horas, tras la detención de dos de los tres delincuentes involucrados. Una joven discapacitada fue abusada sexualmente por tres personas que ingresaron a su domicilio haciéndose pasar por familiares: entre ellos, un joven que la víctima había conocido por una plataforma de citas. Antes de irse, le dieron una brutal paliza a su mamá cuando intentó defenderla y robaron dinero, teléfonos y objetos de valor.
Del hecho -caratulado por la fiscal Mónica Cuñaro, titular de la Fiscalía Criminal y Correccional Nro. 7, como “abuso sexual gravemente ultrajante“- participaron tres malvivientes, dos hombres y una mujer. Dos de ellos fueron capturados en las últimas horas, mientras que un tercero es intensamente buscado por la policía.
El hecho
Todo comenzó pasadas las 17 horas del 9 de abril último, cuando la banda criminal se encontraba circulando por la calle Austria en el mencionado barrio de CABA. Allí, mediante engaños y presentándose como madre e hijos, los agresores se introdujeron en la casa de su futura víctima, quien se encontraba con su mamá, con la excusa de almorzar.
Según se pudo reconstruir, uno de ellos habría interactuado previamente con la chica discapacitada mediante una aplicación de encuentros y acordó una “cita” para ese día, a la cual acudió con sus dos cómplices.
Tras el almuerzo, uno de los visitantes le dice a la víctima que debían recolectar los cubiertos. Así es que ambos se van solos a la cocina donde el sujeto comienza a manosearla y consumar el ataque sexual.
La madre de la chica se inquieta al ver que tardaban mucho tiempo y decide ir tras ellos, descubriendo lo peor: el hombre estaba ultrajando a su hija. Es en ese momento cuando la mujer quiere intervenir y es brutalmente agredida por el violador y sus cómplices que se suman a la golpiza.
Finalmente, los malvivientes las ataron y comenzaron a revolver el departamento en busca de dinero y objetos de valor, para luego huir del lugar con el botín. Incluso se robaron el carnet de discapacitada de la joven -elemento que luego sería clave para sindicar a los agresores durante los allanamientos-.
Hasta aquí solo se contaba con el perfil de un muchacho apodado “Matías” y algunas descripciones que pudieron aportar las víctimas, quienes realizaron la denuncia en una comisaría local.
Investigación
A mediados de mayo la Dra. Mónica Cuñaro, titular de la Fiscalía Criminal y Correccional Nro. 7, hizo partícipe de la causa a la División Investigación de Delitos Tecnológicos para iniciar investigaciones con suma urgencia, dada la gravedad de los hechos y el tiempo transcurrido, temiendo perder pruebas que permitan el esclarecimiento.
Dicha división logró dar con el perfil virtual del acusado, el tal “Matías“, con quien interactuaba la víctima previo al aberrante suceso. El nombre real del agresor es Diego Quintanilla, y era conocido en redes sociales por haber cometido otros ilícitos en la zona.
Teniendo el rostro identificado del presunto agresor, se procedió a analizar las cámaras que la Ciudad tiene en esa zona de la Capital Federal. Se registraron los movimientos de horas previas y posteriores al hecho, logrando individualizar a los tres buscados mientras se dirigían al domicilio de sus potenciales víctimas.
Allanamientos y detenciones
“Los investigadores pudieron ubicar inequívocamente a los tres delincuentes y posicionarlos en los domicilios, los que llamativamente alternaban; por lo cual dispusieron de un constante servicio de vigilancia e inmediatamente poner en conocimiento al Magistrado actuante de todos los resultados”, indicaron fuentes judiciales.
Tras ello la fiscal ordenó el allanamiento de tres domicilios distintos ubicados en Florencio Varela, San Miguel y Moreno. Allí se procedió a detener a dos de los tres señalados malhechores quienes fueron trasladados a una dependencia policial y puestos a disposición de la justicia.
En tanto, el tercer delincuente, quien se había comunicado previamente con la víctima, se escapó y es intensamente buscado.
En los procedimientos se secuestraron varios teléfonos e incluso el Carnet de Discapacitada de la víctima, elemento que permitió hasta aquí confirmar que estuvieron y participaron del hecho considerado “gravemente ultrajante“.