Juan Ignacio Buzali, el marido de la diputada Carolina Píparo, estuvo varias horas declarando ante la fiscal que lo mandó a meter preso por considerar que intentó matar a dos jóvenes que viajaban en una moto en la madrugada del 1 de enero, al confundirlos con los ladrones que habían asaltado a la funcionaria una hora y media antes. El acusado, en medio de la extensa indagatoria, dijo “soy incapaz de matar a alguien”, y reconoció el hecho pero sostuvo la hipótesis del accidente.
Si bien seguirá detenido, trascendió que la defensa, encabezada por el doctor Fernando Burlando, estaría por presentar escritos para pedir una excarcelación o, en su defecto, el arresto domiciliario, aunque deberá batallar puesto que la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, y la jueza de Garantías Marcela Garmendia, están convencidas, a partir de la prueba reunida, que Buzali la única intención que tuvo fue matar a los jóvenes, atropellándolos con su auto, para luego darse a la fuga mientras era acompañado por Píparo, quien el miércoles pasado declaró como testigo en la otra causa, la que se inició por el robo que sufrió en la puerta de la casa de sus suegros, en el centro de La Plata, alrededor de la 1,30 de la madrugada del primer día del 2021.
También, según pudo reconstruir el portal de noticias 0221.com.ar, Buzali le dijo a la fiscal que “no estaba alcoholizado”. El resultado de la prueba de sangre aún no está, pero la muestra se tomó muchas horas después del hecho.
En tanto, un vocero con acceso al expediente comentó, en diálogo con Opinión Frontal, que las dos querellas que se han presentado en el expediente preparan por estas horas sendos escritos porque consideran que Píparo pudo haber sido partícipe necesaria del delito de “doble homicidio en grado de tentativa”, debido a que ellos sostienen que la diputada provincial y directora de Asistencia a la Víctima platense, tuvo un rol fundamental en el hecho. Cabe aclarar que la fiscalía no piensa lo mismo, al menos por ahora, por lo que tiene en la mira sólo a Buzali.
Píparo, que en 2010 fue víctima de uno de los hechos más aberrantes de la inseguridad del país cuando fue baleada estando embarazada tras sacar plata de un banco y terminó con la muerte de su bebé, declaró en las últimas horas que, cuando con su marido viajaban del lugar del robo a la comisaría para hacer la denuncia, vieron una fila de motos y ella dijo que eran los que la habían robado. Contó también que pidió ayuda a la policía a través del 911 (aunque no constan esas llamadas) y que al sentirse encerrados, intentaron evitar otro ataque y se produjo el “accidente”. Toda esta declaración, a partir del análisis de cámaras y testimonios, fue derrumbada por la fiscal, quien pidió la detención de Buzali, lo que fue consentido por la jueza Garmendia. Cabe aclarar que no existe el delito de encubrimiento cuando hay relación directa con el acusado, como en éste caso que es un matrimonio.
En tanto, la fiscal Di Lorenzo hizo por primera vez declaraciones públicas al término de la indagatoria, donde destacó: “La posición que tiene la defensa y la fiscalía, son distintas. La causa seguirá con testimoniales y elementos de prueba, para seguir investigando todos los extremos y todas las aristas”.