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Rubén Oscar Mühlberger sigue detenido aunque, en las próximas horas, sus abogados pedirán la excarcelación del esteticista de los famosos, quien es dueño de la “Klinik Mühlberger” de Recoleta que, pese al nombre, no estaba habilitada ni como clínica ni como centro de salud. Llamativamente figuraban, en ese domicilio, dos sociedades, a nombre del “doctor” y su hermana, pero una de ellas como local gastronómico y la restante como empresa dedicada a la comercialización y aplicación de productos de belleza.
Ahora, además, los especialistas de la Policía de la Ciudad y del Ministerio de Salud clausuraron dos farmacias, donde se encontraron recetas firmadas por Mühlberger. Una de ellas es la farmacia de la calle Austria al 2.200 y la segunda en Almagro, en Rivadavia al 4.500. Estos operativos se hicieron por orden de la fiscal Valeria Massaglia, titular de la Fiscalía 11.
Mühlberger, el doctor que no era y cómo pagaba por fama
Mühlberger, si bien pasó por la facultad de Medicina y había logrado el título de ginecólogo, tenía la matrícula médica vencida, por lo que para la Justicia no está habilitado para ejercer de médico. A tal punto era así que, cuando se presentó la sociedad para administrar la clínica de Arenales 1360, lo hizo bajo dos razones sociales: una como local gastronómico y la otra autorizada para la venta de productos de belleza. En ambos casos figura como directora suplemente Elsa Daniela Mühlberger, la hermana del acusado. Una de las firmas se llama Embio S.A.U. y la segunda Klinik Mühlberger S.A.U.
La investigación, que ya cuenta con varios testimonios, lo tiene en principio detenido por el delito de “desobediencia”, que es excarcelable. Pero podría sumarse otra acusación por “ejercicio ilegal de la medicina”, debido a que, en los papeles, para las autoridades el “doctor” no era médico, por tener vencida la matrícula.
El fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, señaló que “esta tarde clausuramos dos farmacias que trabajaban con la clínica del Dr. Mühlberger, que recibían sus recetas con indicaciones de compuestos y mezclas para consumo de los pacientes”.
La fiscal Massaglia ordenó esta tarde sendas inspecciones a las farmacias en cuestión. Una de ellas bajo el nombre “Michel Saint Martin”, ubicada en la calle Austria al 2200. Allí se encontraron copias de recetas firmadas por Mühlberger con pedidos de fórmulas y componentes.
Con respecto a la Clínica, pesa además de la clausura judicial ordenada por la fiscal Massaglia, una clausura administrativa por parte de la Dirección General de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad. Se determinó, según se informó oficialmente, que ninguna de las médicas del lugar tienen la habilitación correspondiente para trabajar. Sólo tenía los documentos en orden la nutricionista, la única de nacionalidad argentina y con título expedido por autoridades locales.
Lo que más llamó la atención de los investigadores fue que Mühlberger solicitó iniciar los trámites de habilitación por rubro médico de la casona de la calle Arenales el día 13 de mayo. O sea, un día antes del allanamiento que lo llevó a la cárcel. ¿Sabía del operativo? ¿Fue una coincidencia o tenía conocimiento de que había sido denunciado por las graves irregularidades?
Pero Mahiques, si bien evitó dar precisiones, fue un poco más allá y anticipó lo que podría venirse en las próximas horas: “Aparecen testigos y víctimas todo el tiempo. He recibido llamados de personas que dicen haberse atendido ellos mismos o sus parientes”.
Las ventas de supuestos complejos vitamínicos que el “doctor” ofrecía como una cura milagrosa del Covid19 alertó a las autoridades. Pero, como se informó ayer, también surgen historias de pacientes con cáncer. O ricos y famosos que llegaron atraídos por supuestos tratamientos naturales que rejuvenecen y, sin embargo, fueron engañados.
Sólo un dato más. Un familiar de una persona fallecida por una enfermedad cardíaca contó que, hace un tiempo, siguiendo los consejos de Mühlberger, a quien conoció a través de los medios, había dejado de medicarse por un complicado cuadro de colesterol porque, de acuerdo al afamado esteticista, era mucho más efectivo que dicha medicación consumir todos los días un litro de agua con unos trozos de berenjenas crudas en el interior del recipiente. Este paciente, como se dijo, falleció.