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Reynaldo Sietecase y el cruce entre el periodismo y la literatura: “La Bella y la Bestia”

El destacado periodista habló sobre el cruce entre ambos oficios, el origen de la crisis del periodismo, la precarización laboral, los valores periodísticos y algunos de sus trabajos

En el marco de la 46ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que comenzó el 28 de abril y se extiende hasta el 16 de mayo, el periodista y escritor Reynaldo Sietecase fue el protagonista de una charla que se llevó a cabo este jueves en la sala Alfonsina Storni, sobre periodismo y literatura, o “la Bella y la Bestia”, como los denomina él. En la misma repasó sus inicios y el cruce entre ambos oficios, el origen de la crisis del periodismo, la precarización laboral, los valores periodísticos y algunos de sus trabajos.

Literatura como punto de partida hacia el periodismo

Si bien hay muchos colegas que iniciaron su camino en el periodismo y luego incursionaron en la literatura, Sietecase relata que su proceso fue inverso: “Yo vengo de la literatura, ni siquiera soñaba con hacer periodismo cuando ya había publicado poesías y ya estaba en grupos literarios. Suelo decir quie me nací periodista en un momento, después de haber hecho muchos trabajos distintos. Gané una beca del Diario Clarín en 1989 y después de pasar por esa redacción, los primeros días dije ‘yo quiero hacer esto’, escribir una nota y volver a mi casa. Comprendí que en el fondo era algo parecido a lo que yo trataba de hacer desde la literatura, que es contar”.

El cruce entre literatura y periodismo: “la Bella y la Bestia”

Sietecase afirma que ambos oficios pueden tener un buen producto final cuando se unen, siempre y cuando sean reconocidos y respetados los límites de cada uno: “Yo elijo ese concepto porque la Bella y la Bestia suelen copular y muchas veces tienen hijos luminosos y otras veces monstruosidades, así que no es ninguna garantía su cruce. Yo hago las dos cosas con la misma pasión y trato de que tengan la misma honestidad y rigor. Lo que cambia son los límites que uno tiene cuando hace ficción y cuando hace periodismo. Cuando uno hace periodismo hay un límite concreto y es la verdad de los hechos, que lo que uno cuenta esté en correlación directa con lo que pasó. Y cuando uno hace literatura no hay ninguna limitación posible, se puede hacer lo que uno quiera: inventar, jugar, imaginar, crear personajes y situaciones. Están muy cerca las dos actividades, pero hay que tener muy claro cuándo sirve hacer periodismo y cuándo literatura a la hora de escribir”.

Además explica que cuando el fruto del cruce entre periodismo y literatura no es bueno, está relacionado a una cuestión de mala praxis: “Cuando el periodismo es utilizado con buena praxis y la literatura con maestría, no tienen por qué generar monstruosidades. La raíz común es contar y narrar bien”, y agrega: “Todos tenemos una ideología, el tema es que no altere la verdad de los hechos. Si yo trato de manera especial a algún protagonista de una información o me ensaño con alguien en particular por una ideología, estoy haciendo mala praxis. La ideología no es un problema, el tema es que los productos que emitís sean honestos”.

Sus novelas basadas en la realidad

El periodista cuenta cómo surgió su novela “Un crimen argentino”, cuya película se estrenará el 25 de agosto: “Mis tres novelas nacen de hechos periodísticos, de la realidad. La primera es un crimen argentino ocurrido en Rosario en 1980, plena dictadura, y es algo que a mí me había impactado mucho. Siempre pensé que iba a ser un texto periodístico y fui haciendo notas, guardando material sobre el asesino, había hecho 43 entrevistas. En un encuentro de periodistas con Tomás Eloy Martínez nos pidieron que hiciéramos crónicas periodísticas con técnicas de la literatura y yo escribí esa historia. Cuando Tomás Eloy Martínez me hizo la devolución, me dijo ‘mire, todo bien, pero yo le quiero decir que ahí tiene una novela’”, y relata cómo fue el proceso: “Entrevisté seis veces al asesino pero me mentía, y terminé armando su vida y sus razones para el crimen. Después trabajé con los hechos y unos colegas que hacen policiales en Rosario me dijeron ‘en tu libro hay más verdad que en el expediente’.”

Guerra Kirchnerismo versus grupo Clarín como origen del relegamiento de la verdad

Reynaldo relaciona el conflicto que surgió a comienzos del 2008 entre el Kirchnerismo y el grupo mediático Clarín, con la pérdida de la verdad como un factor importante en el periodismo: “Cuando comenzó esta guerra post 125, yo estaba conmocionado por los productos periodísticos que veía. La verdad había dejado de ser importante porque yo sentía que en nombre de la pelea era más importante afectar al enemigo de ese momento, que contar efectivamente qué pasó. Empezaron a pasar cosas muy curiosas que lo deben seguir viendo. Una movilización grande en Plaza de Mayo era tapa de cualquier diario, pero ahora depende de qué diga esa movilización es tapa o no. Eso es parte de esta dinámica donde la verdad de los hechos se empieza a quedar relegada en función de la pelea ideológica y los intereses económicos que todos los medios tienen”.

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Crisis del periodismo

Sietecase explica que antes la verdad de los hechos era sagrada, por eso no se usaban tanto los condicionales. En la actualidad, hay ciertos factores que relaciona directamente con la crisis que está atravesando el periodismo: “No identificar a las fuentes que hablan, utilizar el recurso de la fuente que es ‘un senador oficialista me dijo’, y resulta que el uso de la fuente no es para protegerla. Eso se usaba cuando la fuente podía correr peligro. Ahora se usa para decir lo que yo quiero decir, se lo hago decir a una fuente ficticia”. Además asegura que este proceso es hijo de la disputa de los medios participando de la pelea política, y que no es un fenómeno argentino, si no que se está dando en casi todo el mundo y ha ido perjudicando los productos periodísticos.

Periodismo, instrucciones de uso

El escritor convocó a otros periodistas para plantearles un tema sobre la crisis que considera que está viviendo el periodismo. Lo armó en tres meses porque a sus colegas les entusiasmó la idea de plantear las discusiones sobre las que trata el texto.

“Siempre dicen que el periodismo está en crisis pero esta vez es múltiple, y eso es lo que la hace diferente. Hay una crisis ética, una vinculada a los medios digitales por el cambio de formato y por lo que implica la precarización laboral, la falta de rigor, la grieta, la pelea política, el algoritmo, cómo influye la publicidad en los contenidos”, introduce sobre uno de los temas del libro.

Su objetivo era visibilizar la precarización en el periodismo: “Es difícil encontrar un periodista que no sea consagrado y no trabaje en dos o tres lados, con lo que eso implica. Es malo para cualquier trabajador pero para los que trabajan en la información es muy nocivo, tienen un grado mayor de compromiso ético porque los productos que elaboran pueden hacer mejor o peor a una sociedad. Creo que el buen periodismo lleva a una sociedad más democrática y justa”, asegura.

Además, “Periodismo, instrucciones de uso”, cuenta con diez ensayos y dos anexos: “Uno sobre cómo es la composición de medios en Argentina en este momento, quiénes son los dueños, y otro acerca de las organizaciones que representan a los patronales y a los trabajadores. Centralmente planteo que el periodista tiene que hacer bien el trabajo porque eso aporta a una sociedad mejor. El periodismo de investigación es importante y escaso en Argentina en este momento. Tiene que ver con los recursos y con que hacer un programa de investigación periodística genera problemas con el Gobierno, con la oposición, con los auspiciantes y con el propio canal”.

Periodismo en la televisión

“El año pasado hice un experimento con un programa de ocho capítulos que los pusieron los domingos a la mañana (en referencia a Siglo XXI ATR). Yo venía planteando críticas y me dijeron ‘¿Qué querés hacer?’, les conté que quería un programa con cinco informes por hora y me dijeron que sí, pero que iba a ir en el horario que se pudiera. Pero es verdad que es muy caro, por eso se hicieron ocho programas. Además a las 10 de la mañana medía tres puntos, no está tan mal pero no es lo que habitualmente la gente va a buscar”. En referencia a esto, recordó una frase de Gerardo Rozín: “Me dijo ‘no le pidas a la televisión más de lo que te puede dar’. Yo pido más contenido periodístico serio, profundo, porque a la larga tener un buen programa periodístico es como tener una buena entrevista en un diario”.

Proyectos pendientes

Sobre el final de la charla, Reynaldo habló sobre futuros trabajos y deseos en su carrera: “Escribí una novela que me tiene muy entusiasmado y me está costando terminarla. Yo siempre me pongo desafíos, quería hacer un personaje femenino fuerte, que lleve la conducción de la novela, y es lo que estoy haciendo ahora. Me faltaría escribir algo más vinculado a mí, estoy dándole vueltas a eso”.

Ante la pregunta sobre a quién le gustaría entrevistar, confesó: “Lamento no haber entrevistado nunca a Cristina Kirchner. A Macri lo entrevisté pero antes de que sea Presidente. Al Papa Francisco también me gustaría entrevistarlo, a personajes de la literatura, autores que leo, personajes de la política. Por suerte pude conocer mucha gente que admiraba, y no se si se lo debo a la literatura o al periodismo”.

Para cerrar, reflexionó sobre sus sensaciones al momento de entrevistar: “Lo que más me gusta de las entrevistas es aprender de lo que estoy escuchando, es interesante ese proceso. Cuando entrevistas siempre aprendes del otro, eso es clave para un periodista. Tenés que empatizar, eso es contar de otra manera”.

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