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miércoles, abril 24, 2024
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Una mirada diferente del cáncer

Un fantasma que crece, se hace inabordable y toma sobre el sufriente un poder que en realidad no tiene

El cáncer etimológicamente tiene sus orígenes en la Antigüedad donde los médicos observaron que las venas entumecidas que aparecían sobre la piel cercana a los órganos atacados por tumores recordaban las patas de un cangrejo, por lo que en el siglo II de nuestra era, Galeno llamó a esos tumores cáncer, que significaba cangrejo, las tenazas en las patas del animal evocan un instrumento de tortura que se compara con el sufrimiento causado por esa enfermedad.

Más allá de todas las formas de presentación y tipos de cáncer que existen, es importante focalizar una nueva mirada sobre el sujeto sufriente de este tipo de enfermedad.

Desde una concepción psicoanalítica el sujeto se estructura atravesando diversas circunstancias singulares, los modos de vivenciarlas e historizarlas será lo que lo determine tal como se nos presenta, y como podamos representarla para simbolizarla y de esta manera esa vivencia permite poner en funcionamiento los mecanismos psicológicos necesarios para que esas marcas o huellas no produzcan un efecto devastador en el sujeto. La enfermedad como huella que fractura al cuerpo Real y obliga a un trabajo de elaboración psíquica.

El impacto que produce el diagnóstico de cáncer es asociado por los pacientes con la sensación de una sentencia de muerte. El cáncer es una enfermedad que es difícil de nombrar, se utilizan términos que lo aluden pero no lo nombran, tumor, neoplasia como términos científicos. Cuando se nombra en los medios de comunicación la muerte de alguien que padecía cáncer se hace referencia a la lucha contra una larga enfermedad Somos sujetos que nos constituimos por el lenguaje, y el nombre de las cosas permite que las cosas se puedan elaborar, superar, aceptar, enfrentar.

Lo que crece como fantasma se hace inabordable, y obtiene un poder sobre el sujeto que en verdad no lo tiene, el nombre lo hace desaparecer, no lo deja crecer. A modo de ejemplo para hacer más comprensible la importancia de lo que se nombra me parece apropiada la referencia literaria de Lord Voldemort en la saga de Harry Potter, era el ser innombrable para la sociedad de magos, creyendo imaginariamente que no nombrarlo evitaba el enfrentamiento a ése Real, sin entrar en spoilers sabemos que esa situación provoca precisamente lo que intenta evitar.

Como se dijo con anterioridad el cuerpo Real sufre la marca de la enfermedad, y las herramientas que tenemos todos los seres humanos son la posibilidad de elaboración a partir de las herramientas simbólicas del lenguaje.

La persona que es diagnosticada con cáncer se enfrenta a la mirada de los demás, en algunos casos con compasión, en otras con indiferencia, en otras sobreestima, en otros con la fe como explicación, pero en todos los casos quien no padece el cáncer siente temor ante aquel que le recuerda la posibilidad de la propia muerte de manera tan real y directa.

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El cáncer produce un efecto también en el entorno social, donde el paciente debe moverse de forma sigilosa, pareciera que recordarle a los demás la posibilidad de la muerte es algo avergonzante.

Es por todo esto que es necesario tener en cuenta las implicancias sociales del cáncer, así como los efectos esperables en el entorno del enfermo, tales como familiares, amigos, colegas, etc. y también los riesgos a que puede enfrentarse el equipo de salud del servicio de oncología (burn out).

Durante el atravesamiento del proceso de la enfermedad del cáncer se pueden diferenciar diferentes etapas como el diagnóstico, tratamiento, remisión, o recidiva. En todas y cada una de estas etapas suelen aparecer en el paciente sentimientos de angustia, ansiedad, depresión, problemas de sueño, dificultades en la alimentación, y sentimientos de confusión entre otros síntomas.

Aún en los períodos de controles periódicos, que se van espaciando a medida que su estado mejore, vemos que el paciente sufre del Síndrome de la Espada de Damocles, y así lo suele expresar (la angustia que siente cada vez que se debe realizar un control es a veces muy grande, y si los controles se van espaciando, pueden surgir sentimientos de desamparo y de quedar expuestos a la posibilidad de volver a enfermar).

El abordaje del cáncer debe incluir a las nociones médicas, farmacológicas y de tratamiento un espacio donde todos los actores involucrados pacientes, familiares y personal, puedan manifestar sus emociones, sentimientos, sensaciones, interrogantes acerca de cómo posicionarse para sí mismo como para el otro. Intentar que la enfermedad no tome estatuto de totalidad, sino que logre ser incorporada al funcionamiento familiar, a la continuación de la vida, y no que el cáncer sea un paréntesis a la espera de la cura, ya que este tiempo de espera suele cargarse de ansiedades, frustraciones y angustias.

La vida es durante la enfermedad, sea cáncer o cualquier enfermedad crónica, no se debe dejar de vivir, tener proyectos, comprarse cosas nuevas por estar atravesando el proceso del cáncer, todos somos seres finitos, con un final, el tener un diagnóstico de cáncer no debería modificar el modo en el que vivíamos antes, excepto que sea para mejorarlo.

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