De los 787 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria en el mundo, el 8% no va a la escuela. Eso es 58,4 millones de niños. El gráfico muestra dónde viven en el mundo.
Estos son los datos de la UNESCO para el año 2019. Durante la pandemia, este número aumentó temporalmente , pero incluso a niveles prepandémicos, a los que se espera que el mundo regrese pronto, el número era demasiado alto. 58 millones de niños fuera de la escuela primaria significan 58 millones que ni siquiera tienen la oportunidad de aprender a leer y escribir.
¿Por qué los niños no van a la escuela?
Para progresar tenemos que entender por qué los niños no van a la escuela.
Una de las principales razones es la violencia en las áreas de conflicto en curso del mundo, incluidos Siria, Yemen, Sudán y Nigeria. La mitad de los niños que no asisten a la escuela viven en países afectados por conflictos.
La otra gran barrera, a menudo estrechamente relacionada con los conflictos, es la pobreza.
En los países de bajos ingresos, las finanzas públicas para la educación son muy bajas: el gasto anual en un país de altos ingresos como Austria es más de 200 veces mayor por estudiante que en un país de bajos ingresos como la República Democrática del Congo.
En el peor de los casos, la pobreza requiere que los niños trabajen, por lo general en pequeñas granjas, y esto significa que abandonan la escuela temprano o nunca ingresan a la escuela en primer lugar.
Si queremos avanzar en la educación, tendremos que continuar con los desarrollos que reducen los conflictos y la pobreza.
Estos macro cambios son esenciales, pero pueden parecer intangibles a corto plazo. Las políticas específicas pueden marcar la diferencia en tales situaciones. Una política con un historial largo y bien establecido es proporcionar comidas gratuitas en las escuelas. Las comidas escolares logran dos objetivos al mismo tiempo: ofrecen a los niños una mejor alimentación y brindan un incentivo para que los padres envíen a sus hijos a la escuela. Los estudios de investigación han demostrado que las comidas escolares aumentan la asistencia a la escuela y tienen un impacto duradero durante la vida del niño. Un estudio en Suecia mostró que los alumnos que recibieron comidas en la escuela en la década de 1960 tenían ingresos un 3% más altos a lo largo de su vida. Incluso se ha demostrado que tienen beneficios intergeneracionales, los hijos de madres que recibieron comidas escolares cuando eran niñas se benefician de los programas de comidas escolares.
El acceso generalizado incluso a la educación más básica es un logro muy reciente
Como suele ocurrir con los grandes problemas mundiales, el estado del mundo actual es al mismo tiempo terrible, pero también mucho mejor que en el pasado.
Este gráfico muestra los mismos datos que el primero, pero ahora también muestra cómo ha cambiado el mundo desde la generación anterior, hace 20 años. La proporción de niños que no asisten a la escuela ha disminuido en todas las regiones del mundo. A nivel mundial, esta proporción se ha reducido a la mitad. Hoy, el 8% de los niños no asiste a la escuela; hace veinte años, esto era del 16%.
Hace una generación, eran las niñas en particular las que no tenían acceso a la escuela. Esta desigualdad ha disminuido y hoy el número absoluto y la proporción de niños y niñas que no asisten a la escuela primaria es similar.
Hasta hace poco, el acceso a la educación estaba restringido a una élite muy pequeña en todas partes.
Este cambio reciente es parte de un desarrollo mucho mayor que abarca las últimas generaciones.
Hasta entonces, sin importar dónde naciera un niño, sus posibilidades de obtener incluso la educación más básica eran muy escasas. En todas partes del mundo, la educación estaba restringida a una pequeña población de élite.
El gráfico muestra este gran desarrollo global. En todos los países, incluidos aquellos donde los niños hoy en día tienen la mejor educación, el acceso generalizado incluso a la educación básica es un logro reciente.
La revolución mundial de la alfabetización
La lectura es la habilidad educativa más importante que puede aprender un niño pequeño. ¿Cómo cambió la alfabetización a medida que más y más niños accedían a la educación básica?
El gráfico muestra que hace dos siglos solo 1 de cada 10 adultos sabía leer y escribir. Esta proporción ha cambiado desde entonces: hoy, alrededor de 9 de cada 10 adultos tienen esta habilidad básica.
Para avanzar en la lucha contra los problemas del mundo, necesitamos un equipo sólido de personas educadas. Desde esta perspectiva, tiene sentido considerar este cambio global en números absolutos. Hoy en día hay alrededor de 4.600 millones de personas que saben leer y escribir. 11 En 1800 había menos de 100 millones de personas con la misma habilidad. Tenemos un equipo mucho más fuerte que nunca.
El talento está en todas partes, la oportunidad no
La mayoría de los niños que han vivido alguna vez no tuvieron la oportunidad de desarrollar su potencial. En la extrema pobreza de las economías previas al crecimiento, los niños con gran potencial terminaron viviendo una vida en la pobreza. Incluso las habilidades educativas más básicas, como leer y escribir, eran un privilegio de una pequeña élite.
Es difícil imaginar en qué podrían haberse convertido todas estas niñas y niños. Quizás sea más fácil ver la importancia de al menos la educación básica al mirar a quienes nos rodean hoy y preguntar cuáles habrían sido sus posibilidades sin ella. ¿Qué habría sido de Marie Curie, Jane Austen, Steve Jobs, Grace Hopper o Einstein si hubieran nacido en una sociedad en la que los niños no tuvieran acceso a la educación básica?
El mundo ha progresado mucho en las generaciones recientes, pero queda mucho trabajo para nuestra generación actual. Casi 60 millones de niños están creciendo sin las oportunidades que usted y yo tuvimos gracias a la escuela primaria a la que pudimos asistir. // Our World of Data