En un gesto fuera de los canónicos protocolos vaticanistas, el papa Francisco anuló sus audiencias y se dirigió esta mañana a la Embajada Rusa de la Santa Sede, en Via della Conciliazione, para manifestar su preocupación por la guerra.
El Santo Padre se reunió media hora con el Embajador ruso, Alexander Avdeev, para intentar mediar en el conflicto entre ese país y Ucrania desatado tras el ataque a gran escala de Moscú en la madrugada del jueves.
Ayer el Papa no había ocultado su gran preocupación por los acontecimientos bélicos a través de las palabras pronunciadas por el Secretario de la Santa Sede, el Cardenal Pietro Parolin, quien afirmó que “ante la evolución actual de la dramática crisis en Ucrania toman aún más valor las palabras que el Santo Padre pronunció el miércoles al final de la audiencia general evocando un gran dolor, angustia y preocupación”.
Francisco, continúa Parolin, hizo un llamado a todas las partes involucradas a “abstenerse de cualquier acción que cause aún más sufrimiento a la población, desestabilice la convivencia pacífica y desacredite el derecho internacional”. “Este llamamiento -continua Parolin- adquiere una urgencia dramática tras el inicio de las operaciones militares rusas en territorio ucraniano”.
Cancelación de la visita del Papa a Florencia
“Debido a un dolor agudo en la rodilla, por el que el médico ha prescrito un período de mayor reposo de la pierna -explica en un comunicado la oficina de prensa del Vaticano- el Santo Padre no podrá viajar a Florencia el próximo domingo 27 de febrero”. Además, añade, “no podrá presidir las celebraciones del Miércoles de Ceniza del 2 de marzo”.