Durante el transcurso del día, los franceses elegirán entre el actual presidente Emmanuel Macron y la abogada Marie Le Pen para tomar el mando de la séptima economía del mundo entre 2022 y 2027.
El balotaje se da con las encuestas en favor del mandatario, pero la acotada diferencia con la dirigente de la extrema derecha configura en delicado y expectante escenario a futuro en Europa, marcado por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y el temor por el ascenso de figuras conservadoras.
La segunda vuelta surgió del resultado de las primarias en las que el presidente centrista se impuso con el 27,85% de los votos ante la líder de Agrupación Nacional que obtuvo un 23,15%, pero que, aún así, resultó insuficiente y tras el primer debate presidencial televisivo durante el último tramo de la elección.
La votación se extenderá hasta las 20 (las 15 en la Argentina), y los primeros resultados podrán conocerse a través de la televisión pública de Francia.
La clave en la elección está en cómo votarán los seguidores del candidato de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, dado que en 2017, los votantes que responden a Mélenchon en la primera vuelta se volcaron, en su mayoría, por Macron y tan solo un 5% eligió a Le Pen. Pero casi un total del 45% de los votantes de izquierda optaron por no asistir a votar o hacerlo en blanco. Con base en el malestar económico y la tensión internacional, las encuestas manifiestan que las abstenciones o votos en blanco pueden aumentar durante esta elección.
El actual mandatario comunicó que votó a través de un GIF publicado en sus redes sociales en el que se lo ve depositando el sobre de papel madera en la urna. “He votado. A los miles de franceses y francesas que permiten que se lleve a cabo la votación: gracias. En los colegios electorales de nuestras ciudades y pueblos, ustedes son el corazón palpitante de nuestra democracia”, tuiteó Macron.
Algunas horas antes, lo hizo Le Pen y lo dio a conocer de la misma manera, con un mensaje más escueto.
En el caso de que Macron se imponga en la segunda vuelta se transformará en el primer presidente francés en llevar a cabo su segundo mandato consecutivo. Por el contrario, si Le Pen se impone se convertirá en la primera jefa de Estado de extrema derecha en la historia del país y en toda Europa.
Los roles de ambos candidatos en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania son bien dispares, mientras el actual presidente se muestra abierto al diálogo y como mediador en la contienda, la líder derechista es una aliada directa de Vladimir Putin y su victoria fortalecería a Moscú, debilitaría a la OTAN y generaría crisis en la Unión Europea.