La reina Isabel II de Gran Bretaña se encontraba este jueves en grave estado y bajo supervisión médica en Balmoral, su residencia de verano en Escocia, después de que los médicos se preocuparan por su salud sin dar mayores detalles al respecto.
“Después de una evaluación adicional esta mañana, los médicos de la reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica”, dijeron en un comunicado, que reprodujo la BBC.
Momentos después, cadenas de noticias locales adelantaron que un avión con familiares de la reina aterrizó en Buckingham.
La monarca dio indicios ayer de que algo le sucedía, al aplazar una reunión con su Consejo Privado, que aglutina a asesores políticos, después de que sus médicos le aconsejasen descansar.
Sus colegas mostraron preocupación por su salud. Así lo manifestó la nueva primera ministra, Liz Truss, al escribir de inmediato en su cuenta de Twitter: “Todo el país estará profundamente preocupado por las noticias del Palacio de Buckingham a la hora del almuerzo”. “Mis pensamientos, y los pensamientos de las personas en todo el Reino Unido, están con Su Majestad la Reina y su familia en este momento”, añadió la premier.
Isabel II, de 96 años, celebró este año su Jubileo de Platino como broche oro a sus 70 años en el trono, un récord en la historia británica.