Una comerciante y su pareja se encargaron de auxiliar a la chica que sufría una violación en grupal en pleno barrio porteño de Palermo y contó que “todos los detenidos abusaban” de la chica dentro del auto hasta que fueron descubiertos y comenzó la pelea para sacar a la chica del lugar.
Natalia, dueña de una panadería que está a metros del lugar donde estaba estacionado el auto donde ocurrían las violaciones, fue la encargada de llamar al 911 y junto a varios vecinos lograron salvar a la víctima.
“Vimos a una mujer fuera de sí, que cerraba los ojos y tiraba manotazos como para defenderse. Ahí vimos como un hombre la estaba ultrajando”, contó la mujer y agregó que “en ese momento otro de los abusadores, de remera verde, la agarró de los pelos y la llevó para que le practicara sexo oral, y en el asiento de atrás había dos hombres más que la manoseaban”.
La víctima cuando pudo reponerse de la situación agradeció la intervención de los vecinos: “gracias por salvarme la vida“, les dijo y agregó, en reiteradas oportunidades, no sé como terminé dentro del auto“.