Un joven detenido de 18 años fue rescatado por efectivos policiales cuando estaba intentando suicidarse tras ser atacado por otros presos que lo quemaron con agua hirviendo en Santa Fe.
El convicto está acusado de intentar asesinar a su hijastra de solo dos años, quien debió ser operada de un hematoma subdural tras haber recibido una brutal paliza.
El caso se dio a conocer en la noche del sábado último. Tanto él como su pareja de 23 años intentaron montar un supuesto hecho delictivo en el cual fueron asaltados por delincuentes en motocicleta que golpearon a la niña y a su otro hijo de 4 años.
Momentos después, ya en el hospital de niños Orlando Alassia, la mujer se quebró y confesó el engaño: los menores habían sido víctimas de una brutal paliza propinada por su actual pareja tras una discusión con ella.
“La paciente de dos años llegó al hospital y fue revisada por los médicos de guardia que constataron que presentaba un cuadro de hematoma subdural en la cabeza, como también hematomas en todo el cuerpo”, detalló a Diario Uno el doctor Osvaldo González Carrillo, director del Alassia. Y añadió: “Los profesionales decidieron operar de urgencia y cuando concluyeron, la nena quedó internada en la unidad de terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica y en estado delicado”.
Tras ello, detuvieron al hombre señalado. Terminó tras las rejas en la subcomisaría 17º de Santo Tomé. Pero allí no la iba a pasar nada bien: otros presos lo acosaron y terminaron arrojándole agua hirviendo, tras lo cual el hombre se encomendó a Dios y se colgó en medio del patio.
Rápidamente intervinieron los guardias del establecimiento y lo rescataron. Resolvieron trasladarlo a otra dependencia donde permanecerá recluido por el momento.