Se cumplen 20 años del día que Néstor ordenó bajar los cuadros de los genocidas Videla y Bignone

Hoy, 24 de marzo, se cumplen exactamente dos décadas desde que el ex presidente Néstor Kirchner protagonizó un acto trascendental al hacer retirar los retratos de los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone de la galería de directores del Colegio Militar. Este gesto fue aclamado como un momento de reparación histórica por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura y llevó consigo un simbolismo de gran magnitud.

“Proceda”, fueron las palabras de Kirchner al entonces jefe del Ejército, Roberto Bendini, quien obedeció y retiró los cuadros de los dos máximos íconos de la represión ilegal y el terrorismo de Estado. Esta acción, presenciada por el mundo entero, otorgó prestigio a un gobierno que había asumido apenas unos meses atrás con un apoyo electoral del 22%.

El acto no solo fue un mensaje político claro, sino también el punto culminante de una política de Derechos Humanos que marcó un quiebre en la historia argentina. Kirchner dejó en claro que su administración sería diferente en lo que respecta a los derechos fundamentales, prometiendo un cambio radical en esa área.

La ceremonia, celebrada aquel 24 de marzo de 2004 para conmemorar los 28 años del último golpe militar, fue un hito simbólico que representó el inicio de una serie de medidas en favor de los Derechos Humanos. Estas acciones incluyeron el retiro de decenas de militares investigados por crímenes de lesa humanidad, la derogación de leyes controvertidas como la de Punto Final y Obediencia Debida, y la anulación de indultos considerados inconstitucionales por la justicia.

Estas decisiones allanaron el camino para una serie de juicios contra militares y civiles implicados en la represión ilegal durante la dictadura, consolidando un proceso de Memoria, Verdad y Justicia reconocido a nivel mundial.

Aunque la decisión de retirar los cuadros se tomó días antes, el momento tomó por sorpresa al entonces jefe del Ejército, Roberto Bendini, quien se enteró minutos antes de la ceremonia. Kirchner llegó a Campo de Mayo en helicóptero, acompañado por su vocero Miguel Núñez, el ministro de Defensa José Pampuro y el jefe de Gabinete Alberto Fernández.

En el acto, Kirchner pronunció palabras que resonaron en toda la nación: “Nunca más tiene que volver a subvertirse el orden institucional en Argentina. Es el pueblo argentino, por el voto y la decisión del mismo, quien decide el destino de la Argentina; definitivamente terminar con las mentes iluminadas y los salvadores mesiánicos que sólo traen dolor y sangre a los argentinos”.

Veinte años después, este gesto histórico sigue siendo recordado como un hito fundamental en la lucha por los Derechos Humanos en Argentina.