El Muñeco Gallardo, uno de los entrenadores de la elite que tiene el fútbol argentino, quiere asegurarse su contrato europeo pero entrenando en el Monumental o en Ezeiza.
Sí a los dólares, (o a los euros en todo caso). Siempre.
Los pesos devaluados por la cuarentena y la inflación pueden ir tranquilos para la muchachada del conurbano y el interior profundo, que cobrará entre 24 y 37 mil (pesines, tipo IFE), entre el 1ª de Julio y el 31 de Diciembre en caso de quedar libres, ahora a fin de Junio.
La AFA y Agremiados van a costear el seguro de desempleo para unos 2.500 jugadores que, calculan, quedarán colgados de la palmera por conclusión de los contratos.
El coronavirus acaba por hacer el trabajo sucio (bajar de prepo el precio de los contratos de elite) que los dirigentes jamás imaginaron posible.
Por eso AFA no quiere empezar antes del 30 de junio, cuando se caen los contratos. Solo disiente el tallarín Fassi, el charro que tiene banca mexicana. Temen, los dirigentes, “al factor Gago” que conlleva la obligación de renovar en iguales condiciones si un jugador está lesionado al momento de concluir el vínculo.
River no genera ingresos como para pagar los 7.000.000 de dólares que cobra su cuerpo técnico. Como tampoco Boca, en época del finado Pompilio, generaba los 4 millones de euros para sostener el contrato de Riquelme con el Villarreal.
Aún así, River lo paga (ahora o con el tiempo con un futuro Muñeco en Premier, por ejemplo). Boca lo terminó pagando aunque hubo que dibujar los 4 balances que siguieron a la consagración del 2007.
Gallardo quiere jugar ya muy consciente de que, si se mantiene la caída económica brutal, no habrá Donofrios ni Albertos Fernández por más presidentes futboleros que sean, capaces de seguir sosteniendo la cifra. Su cifra.
Sólo les queda Europa con el dinero del mundo (árabe entre otros), bancando la ficción. En Argentina, ya no se conseguirá.