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viernes, abril 26, 2024
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Ángelus del Papa desde el balcón del hospital

Francisco saluda a los fieles desde el balcón del décimo piso del policlínico de Roma donde está hospitalizado desde el domingo pasado: "La preocupación de quien cura es como una caricia"

“Queridos hermanos y hermanas, estoy contento de poder cumplir con la cita dominical del Ángelus, aunque desde aquí en el Hospital Gemelli”. “Les doy las gracias a todos: he sentido mucho la cercanía de ustedes”, estas fueron las primeras palabras de Francisco antes del Ángelus desde el balcón de la habitación del Policlínico de Roma donde está internado y recuperándose después de haberse sometido a una intervención planificada de colon. El Papa volvió a insistir en “la importancia de un buen servicio sanitario accesible para todos”, comparándolo a un bien precioso que no debe perderse.

La importancia de la Salud pública

El papá Francisco Francisco durante el Ángelus desde el balcón de la habitación del Policlínico de Roma

Ante cientos de fieles, personal sanitario y personas enfermas que lo escuchaban en el ingreso del nosocomio, el Pontífice antes del rezo del Ángelus explicó “En estos días de hospitalización he experimentado lo importante que es tener un buen servicio sanitario, accesible para todos, como hay en Italia y en otros países”. “Este bien precioso no debe perderse, hay que mantenerlo y para esto debemos comprometernos con la contribución de todos”.

El cuidado de los que curan es como una caricia

El Evangelio de hoy -continuó Francisco durante el rezo del Ángelus junto a niños enfermos que están internados en el hospital- dice que “los discípulos de Jesús, enviados por él, untaron con aceite a muchos enfermos y los curaron”. “Este aceite también nos hace pensar en el sacramento de la unción de los enfermos, que da consuelo al espíritu y al cuerpo, pero este aceite es también la escucha, la cercanía, el cuidado, la ternura de quien cuida a la persona enferma: es como una caricia que te hace sentir mejor, calma el dolor y levanta. Todos necesitamos tarde o temprano esta unción de cercanía y ternura, y todos podemos dársela a otro, con una visita, una llamada telefónica, una mano tendida a alguien que necesita ayuda”, concluyó el Santo Padre al retirarse del balcón del hospital y augurar feliz domingo a todos.
 

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