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Los equipos de rescate todavía buscan sobrevivientes del poderoso terremoto que este sábado sacudió a Haití matando a más de 700 personas, dejando más de 2.800 heridos y destruyendo edificios de un país pobre que aún no se recuperó del sismo de 2010.
Protección Civil reportó que la cifra llegó a 724 víctimas fatales, por lo que el Gobierno de la isla declaró el estado de emergencia y el presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó ayuda “inmediata” para el país caribeño. También, países de América y Europa hicieron llegar su pesar y disposición a socorrer a Haití.
El movimiento telúrico de magnitud 7,2 hizo temblar las casas y obligó a la población a buscar protección y tuvo su epicentro a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe, según del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Cientos de personas todavía permanecen atrapadas entre los escombros, al tiempo que, en Puerto Príncipe, la construcción del principal hospital del país continúa incompleta. “Muchas casas están destruidas, hay muertos y muchos están en el hospital” dijo a la agencia de noticias AFP Christella Saint Hilaire, quien vive cerca del epicentro.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, expresó el sábado en su cuenta de Twitter sus condolencias con los familiares de las víctimas y aseguró que el organismo “está trabajando para apoyar las labores de rescate y socorro”.
Esta mañana, el papa Francisco hizo un pedido a la “comunidad internacional” para ayudar al empobrecido país que todavía no logra recuperarse del sismo de 2010 que dejó más de 200 mil muertos y unos 300 mil heridos.
Por su parte, el Gobierno de República Dominicana anunció hace instantes el envío de ayuda humanitaria de medicamentos e insumos médicos a su vecino.