La eurodiputada del Movimiento Cinco Estrellas italiano (M5E), Sabrina Pignedoli, advirtió sobre el “riesgo real a nivel europeo y no solo italiano” de un crecimiento de las organizaciones criminales tras la pandemia de coronavirus y planteó que si Europa “da una respuesta fuerte” de conjunto las expresiones políticas vinculadas al nacionalismo extremo perderán representatitividad.
“El crecimiento de las mafias es un problema real pero no solo italiano. La infiltración de las mafias ocurre en la economía de muchos países europeos”, aseguró Pignedoli, parlamentaria desde 2019 y con una extensa trayectoria como periodista dedicada a investigar las organizaciones mafiosas de su país, en una entrevista brindada a Télam.
“Hay ejemplos desde la mafia eslovaca poniendo sus manos sobre fondos europeos o cómo se han infiltrado en circuitos de la economía legal holandesa, como el mercado de flores de Aalsmeer. Esto muestra la urgencia de crear una legislación antimafia a nivel europeo“, señaló.
En ese marco, propuso que “la asociación de tipo mafioso deba considerarse un caso autónomo para el cual se introduce un régimen específico, separado y más estricto que el previsto para una asociación criminal simple”.
“Solo así podremos detener un fenómeno que ya no se limita al territorio italiano”, convocó la eurodiputada de 36 años.
Según Pignedoli, las cuarentenas impuestas en el Viejo Continente confirmaron que “la violencia ya no es el único elemento tangible de las mafias, que se enfocan en otros métodos criminales como la corrupción y el lavado de dinero, y esto ocurre con mayor frecuencia y más facilidad en el rico norte de Europa”.
“Según un informe de Europol, durante las cuarentenas hubo un aumento de la transnacionalización del delito cibernético en Europa. No podemos permitir que los grupos criminales se aprovechen la situación actual para eludir los sistemas judiciales de los Estados miembros o para quitar valiosos recursos de la economía legal”, reclamó en esa línea.
Pignedoli analizó también la situación de los denominados “soberanismos” del continente, aquellas fuerza políticas de un carácter nacionalista extremo, como la que encabeza Marine Le Pen en Francia, y afirmó que esas expresiones “han perdido posición en las encuestas porque trabajan sobre sentimientos como el miedo y el racismo, y los ciudadanos ya se dieron cuenta”.
“Es verdad que su crecimiento o no dependerá mucho de la respuesta europea: si es fuerte y ayuda a las empresas y familias, los soberanistas habrán perdido”, afirmó.
La parlamentaria italiana señaló que en la etapa de recuperación de la pandemia, “Europa debe ser el faro en el mundo de los derechos, de la solidaridad, de la apertura y de la transición energética”.
En ese marco, analizó que la gestión de la pandemia marcó el inicio de una etapa de “dialéctica constructiva entre Italia y Europa”, en la que “la relación cambió mucho, y esto se debe al mérito del premier Giuseppe Conte”.