La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, advirtió sobre los enormes riesgos que conlleva la inteligencia artificial (IA) a pesar de las oportunidades que ofrece. En particular, destacó las devastadoras consecuencias que puede tener para el mercado laboral al reemplazar las capacidades humanas.
Meloni expresó su preocupación por un mundo dominado por la desigualdad y la concentración del poder en manos de unos pocos y enfatizó la necesidad de establecer reglas y mecanismos de gobernanza mundial para garantizar que la IA respete barreras éticas y esté al servicio de los seres humanos.
La preocupación radica en que muchos trabajadores podrían quedar obsoletos, lo que podría generar desempleo masivo y desigualdad económica a nivel mundial.