La explosión fue en las costa de Daytona Beach, Florida, y provocó un terremoto de 3.9 de magnitud que alcanzó los 160 kilómetros de distancia. Se trató de una prueba experimental con fines de investigación.
ONGs por la fauna silvestre y el medio ambiente ya han alzado la voz en reclamo por estas pruebas militares que dañan el ecosistema, a toda la vida allí presente.