Italia sigue homenajeando a Diego Armando Maradona, donde el mejor jugador del mundo pasó los gloriosos años de su exitosa carrera como futbolista y si hay un lugar en el mundo donde el “Diez” es sagrado, ese es Nápoles.
Por eso desde que el pasado miércoles se conoció la lamentable noticia de su fallecimiento los napolitanos siguen rindiéndole homenaje a su gran ídolo.
La procesión de los habitantes de la ciudad y las manifestaciones de afecto de los hinchas se concentran en el mural de Maradona para rendirle homenaje con velas, flores, banderas del mundo y todo tipo de souvenir que lo represente.
Es justamente el mural que pintó el artista napolitano Jorit que se eligió como primer lugar de la memoria, en el cual poder ir a llorarlo con la camiseta de Napoli, foto y bufanda.
Pero, además, el alcalde de la ciudad, Luigi De Magistris, ordenó la creación de un santuario especial en el estadio San Paolo, que en breve pasará a llevar su nombre, para conservar todas las ofrendas de la gente al astro argentino. En estas manifestaciones de agradecimiento de Nápoles también la estación del subte frente a la cancha tendrá el nombre del Pelusa.
Fue una decisión administrativa del municipio que la dio a conocer el propio De Magistris explicando que “inmediatamente identificamos y acondicionamos una gran sala dentro del estadio para guardar todas las demostraciones de amor por nuestro inmenso Diego que tanta gente ha depositado fuera de la Curva”.
Cuando la trágica noticia irrumpió cómo un terremoto el planeta entero, en Italia ya era de noche, casi está iniciando el invierno y oscurece a las 17:30. El bar ubicado delante del mural no tardó en organizarse al ver la gran cantidad de fanáticos de Diego que empezaban a llegar y proyectó las imágenes de las “magias” de Maradona, al mismo tiempo que los habitantes colgaban en los balcones camisetas del número 10 de Boca Juniors, de la selección Argentina y del Club Napoli.
Luego los hinchas con cánticos se dirigieron a la plaza central donde mostraban fotografías y estampillas de Diego, cómo si fueran las reliquias de un santo. A su vez las calles rápidamente se empapelaron con avisos funebres para Diego como se acostumbra a hacer en Italia.
En su mayoría eran jóvenes que le fueron a rendir homenaje al campeón, de los cuales muchos se llaman “Diego” en su honor. Hasta altas horas de la noche los fanáticos encendieron las antorchas de los teléfonos celulares mientras entonaron cantos para Diego como la célebre y mítica canción napolitana que ilustra a un niño que llega corriendo a su casa y muy emocionado relata “O mamma, mamma, mamma, ho visto Maradona”…innamorato son.
Esta demostración del pueblo mediante los innumerables souvenirs y velas depositadas en el conocido Barrio Español que tanto le gustaba visitar a Maradona, representan el homenaje y el agradecimiento al “Pibe de Oro” por haber conquistado dos copas con el club Napoli, la copa Italia y UEFA pero sobre todo haber hecho posible un triunfo que sólo estaba reservado para los clubes top del norte, producto de la gran división que existe en el país y demostrar de la mano del mejor jugador del mundo que el sur italiano también existía.
Es por esta razón que Nápoles lo siente suyo. Diego les dio una identidad, una valorización y un protagonismo que carecían hasta la irrupción en la cancha del San Pablo de las gambeteadas y las coreografías con la “palla” que sólo quién era apodado con “la mano de Dios” podía hacer.
Al ser consultado por Opinión Frontal, De Magistris muy emocionado dijo que “Nápoles nunca podrá olvidar a Maradona porque es inmortal” y como intendente de la ciudad contó que “Nápoles está muy triste y vive una profunda conmoción que nos une con el pueblo de Argentina en el recuerdo de Diego Maradona y es muy lindo saber que estamos unidos con la memoria del gran campeón”.
Refiriéndose al Pelusa el intendente de Nápoles reconoció que “Maradona fue la persona que ha unido a todos los napolitanos”, “Diego hizo posible el reconocimiento de Nápoles no sólo dentro de Italia, sino que nos dió gran dignidad a nuestra ciudad porque representó a todos los ciudadanos napoletanos”.
Miles de personas se siguen acercando después de varios días de su desaparición al corazón de la ciudad para darle el último adiós al Campeón argentino, a pesar de la prohibición de circulación por ser zona roja por el alto nivel de circulación del coronavirus y el toque de queda que rige en el país.
Para los napolitanos el “Pibe de Oro” que se fue a los 60 años, fue mucho más que un jugador, un Dios que está más allá de todo, sin importarles las vicisitudes de su vida privada, sino agradeciendo los momentos de alegría que sólo el Astro del fútbol ha generado.