Detuvieron a seis mujeres en tres allanamientos en el barrio Zavaleta en el marco de dos causas judiciales por narcomenudeo.
El primero de estos allanamientos se realizó en un búnker de “El Fuerte”, como llaman los vecinos al pasaje 70, que es una calle de 400 metros que atraviesa varias manzanas. Nace en la calle Acosta y desemboca en la avenida Iriarte y es el corazón de la venta de droga en el barrio. Ahí la policía detuvo a dos mujeres: “La Gorda” (48) y “La Ciruja” (35), que se encontraban a cargo de la venta de paco y reclutar “soldaditos”.
“La gorda” solía estar dentro de la casa fraccionando y empaquetando las dosis de paco. Mientras “la Ciruja”, se recostaba afuera, fingiendo ser una persona sin hogar, pero en realidad estaba alerta a todo lo que pasaba en la manzana. Al contrario de lo que sucede en muchos bunkers, que solo se utilizan para la venta, en este caso las dos mujeres vivían y dormían ahí. Para protegerse de los robos, tenían la puerta siempre cerrada y entregaban la droga ya fraccionada a través de una ventana con rejas.
Los vecinos comentaban que si caminabas por avenida Iriarte a las cinco de la tarde encontrabas un ejército de “zombis”. Cada dosis se vendía en “El Fuerte” a 50 pesos.
Al menos treinta jóvenes adictos fueron reclutados para proteger el bunker a cambio de dosis de paco. Este ejército “zombi” funcionaba las 24 horas. Tenían una clave que era la palabra “agua” . En cuanto veían un vehículo sospechoso, empezaban a gritar “agua” y la voz corría por los pasillos. Cuando “La gorda” escuchaba la clave revoleaba la droga desde el techo hasta otra casa. En caso de allanamiento, la policía no puede ingresar a una vivienda con otro numero catastral que no figure en la orden. Más tarde, sus “soldaditos” volvían a buscarlo.
Para evitar este sistema se realizó una maniobra conocida como “irrupción rápida”. El grupo especial no se formó en escuadra para avanzar caminando, como acostumbran. Llegó con el carro de asalto hasta el bunker mismo, con los comandos “colgados” de la puerta, para saltar e ingresar de modo inmediato. .
En el procedimiento se secuestraron 500 dosis de paco, 5 ladrillos de cocaína, 4 ladrillos de marihuana, de 600 gramos cada uno, una bolsa con marihuana triturada y 14 mil pesos.
En los otros dos allanamientos que también surgieron por denuncias en comisarías vecinales sobre venta de droga. Se llegó a dos casas aledañas, a “El Fuerte”.
En uno de los sitios había 4 mujeres y en el otro objetivo se habían retirado minutos antes. La pava aún mantenía el agua caliente y el televisor estaba prendido.
Las dosis de paco y cocaína fueron fácilmente halladas. Estaban en una bolsa ubicada debajo de una ventana que era por donde vendían la droga. Además, los perros de la policía pudieron detectar 4 panes de marihuana que estaban ocultos dentro de un armario.
La casa tenía medidas de seguridad. Una puerta blindada con trabas de hierro que al momento de la irrupción policial, no estaban colocadas.
En el segundo operativo fueron detenidas cuatro mujeres. Tres argentinas, de 36, 37 y 48 años y una peruana de 52.
Se incautaron cuatro ladrillos de marihuana, con peso total de 1,478 kilogramos, 185 gramos de cocaína, 230 envoltorios de pasta base, 50 bolsitas de cocaína, 4430 pesos.
Los tres operativos fueron realizados por la Brigada de la Comisaría Comunal 4 de la Policía de la Ciudad.