Al “Rengo” Pacheco, uno de los mayores capos narcos de la provincia de Buenos Aires, le hallaron un inmenso búnker subterráneo donde había documentación de actividades comerciales nacionales e internacionales. Llegaron al mismo gracias a tareas de investigación de la policía y la confesión de un cómplice que decidió colaborar con la justicia.
El dueño de dicha construcción es Javier Alejandro Pacheco, uno de los delincuentes más buscados del país que fue apresado en las últimas semanas en su mansión de Parque Leloir y que operaba con sede en el partido bonaerense de San Martín.
El increíble hallazgo se produjo este martes en Zapiola al 1038, en Paso del Rey, Moreno, en una casa que ya había sido allanada días atrás. En ese entonces no se sabía que lo más importante del lugar era lo que no estaba a simple vista, sino bajo tierra, bajo una tierna casa de juegos de madera para chicos.
Los investigadores de la Delegación Departamental de Investigaciones de Tráfico Ilícito Ezeiza -a cargo de la investigación- recibieron la información de que en las propiedades del “Rengo” había más de lo que se notaba a simple vista.
Con scanners se recorrieron los puntos sospechosos y encontraron un llamativo respiradero, que desembocaba en un acceso subterráneo al que se accedía a través de una casita de madera. Primero rompieron el piso y allí encontraron como una trampilla que se abría con facilidad. Esta daba acceso a una escalera con peldaños de hierro amurados. Cinco metros más abajo esperaban otras sorpresas: una mesa, sillas, dos habitaciones y dos cajas fuertes más, una grande y una chica, que se encontraron vacías.
Si bien este martes la Policía no encontró dinero en efectivo ni drogas en el búnker, sí secuestro documentación de diversas sociedades del clan Pacheco, algunas radicadas en el Uruguay. Donde había más carpetas comerciales era en una caja fuerte portátil que había sido amurada en la pared de una ducha de uno de los baños de la casaquinta. Hubo que romper los azulejos a mazazos para recuperarla.